Dudo de dudar.

Dudo de dudar.

Tengo miedo. 

Nunca tuve tanto miedo.

No puedo confiar en nada, cada una de las cosas que me rodea son extrañas a mi. Vivo en un espacio que es totalmente desconocido, o peor aún, que decidí desconocerlo.

Dudo de lo que soy, de cada parte de mi cuerpo, de mi. Soy un ente vacío que no distingue el bien del mal. 

Cada hecho que tenía como cierto dejo de ser tal. Todo lo que en un momento fue hoy no es. Empiezo a creer que todo es una farsa. 

Ya no hay hecho, todo es una construcción de nuestra interpretación, lo es a tal punto que hasta interpretar es una interpretación. 

El objetivismo no existe, y el subjetivismo menos. Nada puede ser algo tan cierto. como para decir que para todos es así. A cada paso que damos todo se transforma, la relación de hecho, como hacer pasado se rompe, la línea del tiempo se quiebra y todo deja su esencia librada a la mente de cada uno. 

Interpretar es crear, es hacer algo nuevo en cada movimiento. Pero este poder es tan fuerte que nuestras burdas mentes no lo entienden. Nada de lo que concebimos como real lo es, el mundo y más el nuestro es una construcción ideal de lo que nosotros creemos lógico. 

Pero si lo objetivo no existe, y lo subjetivo tampoco, como creer que existe algo lógico ¿qué es lógico? Nadie lo sabe, es la duda de las dudas. Es una base de arena que se desgrana y nos lleva a caer ¿a donde? Al fondo, pero ¿hay fondo? No, el fondo es caída libre, nunca acaba. Caemos y nunca salimos. 

Dudar es la llave del pozo, una vez abierta la puerta ya no la podemos cerrar, pues nos gana la tentación de saltar. Cada vez que vemos que todo lo que creemos real se desmorona cual casa de cartas, la angustia y la desolación nos abruma a tal punto que no dudamos más. No, por un momento no dudamos, solo en el preciso instante de empezar a dudar es cuando dejamos de dudar.

Allí donde el péndulo de la vida se detiene solo por un instante, como tomando más fuerzas para saltar al vacío del no hecho, del no hay, del no existimos, del somos una creación de la interpretación. 

No somos nada, solo entes que vagan, sin rumbo, creyendo tener certezas, y no podemos ver que somos tristes almas viviendo en un sueño idiota del que no podemos despertar.

Escrita el día 29/4/2020.

Ig: jere.gonzalez.1 / jotagefe.cartas

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