El precio del exito.

El precio del éxito.

Acá estoy, otra vez, acostado mirando el techo. Creo que un poco extrañaba este momento, donde solo me limito a ser yo, donde agarro una hoja en blanco y dejo todo librado a las intenciones de mi corazón.

El cuadro no es el mejor, incluso no parece que hubiese alcanzado mis objetivos hace solo algunas horas, sino más bien aparenta ser esta una triste escena una de esas tantas películas sin sentido que hay en Netflix.

El vacío que me acompaña nuevamente es inmenso, a tal punto que toda mi humanidad cabe en este, e incluso sobra espacio para todo lo que va a venir. 

Mi año se basa en días y días sometido bajo una exigencia inimaginable, jornadas de más de 10 horas luchando con mi intelecto, agotamiento físico y mental, y después de todo esto solo obtengo como resultado una mísera cuota de alegría, que se esfuma con el correr de los minutos, y luego nada … oscuridad, soledad, ansiedad.

Vivimos así, yo soy así, soy un maldito robot que no sabe disfrutar, que vive para correr a por un objetivo, obtenerlo y degradarlo. 

A cada momento confirmó más y más, que solo la derrota me hace ser un humano más, y que si no fuese por esta, que me acompaña a diario, sería devorado por mi propio egoísmo y vanidad. Me siento muy lejos de poder disfrutar, de poder parar a mirar, a descansar, pues la culpa me carcome y me presiona a seguir yendo a por más. 

Siento la obligación de advertirle al mundo que esto es así, que no se dejen llevar por la victoria, que no se enamoren de los elogios, que sepan que siempre que haya prosperidad existiría en igual o mayor medida la necesidad de siempre tener un poco más.

Estoy inmerso en un camino en el que ya no me permito disfrutar. Vivo para obtener un resultado, que una vez conseguido se desvanece, y pasa a ser inmediatamente un hecho del pasado que solo queda guardado en mi historial. 

Tal vez nadie me entienda, como muchas veces pasa, pero tengo la necesidad de decirlo, pero más aún de advertirlos, de exigirles que sepan elegir que quieren. Porque el éxito y la felicidad no son caminos paralelos.


Escrita el día 23/8/2020
Ig: jere.gonzalez.1 / jotagefe.cartas

Tw: JereGonzalez99

 

Comentarios

Tendencias.