Reir.

Reír.


El humor, los chistes, las risas, cosas impagables e inolvidables, las que hoy en día están en vía de extinción …  
El hombre está programado para recordar las cosas que lo hacen feliz, y esto hay que entenderlo. Pero más que nada hay que valorar a quien se esfuerza por generar en uno una sonrisa o una carcajada, ya que encontrar a alguien que te dediqué un segundo, una idea, un chiste, hoy es difícil, demasiado. Todos viven acelerados, crecemos en una sociedad que castiga al distendido, al que hace una pausa; nos educan con el fin de ser lo más parecidos a una máquina. Y las máquinas no se ríen … Son grises, oscuras, vacías, y así nos quieren a nosotros. 
No hay sensación más linda que la de hacer reír a quien de verdad se quiere, es salud. Y lo bueno es que para ser este tipo de doctor no hay que estudiar, sólo hay que tener ganas y amor. Pero más que nada amor; al vivir en un constante individualismo, en una constante desconfianza hacia al otro, vemos que nadie nos salva. Que somos esclavos de una idea de robotizarnos; y por eso hay que valorar y amar, valorar a quien en un pasado nos hizo reír, a quien nos hace reír y a aquel que nos va a hacer reír, porque más allá de todo lo que pueda pasar, hay algo que si nos va a pasar, y es que cuando pensemos en determinada persona, difícilmente no recordemos los buenos momentos donde uno fue feliz.
Hay gente, y mucha, que muere por no conocer la risa. Pero lo malo no es quien deja de vivir, sino quien tiene el alma muerta, que anda por su vida sin salir del libreto. Siempre siguiendo el guión, ¿que tiene de divertido ser guionado constantemente? 
Una vez más, hay que saber valorar, ya que cualquiera puede pagar un show para que te de risa, pero no cualquiera te monta un show sólo por la satisfacción de verte feliz.

Escrita el día 3/3/2018.
Ig: jere.gonzalez.1
Tw: JereGonzalez99

Comentarios

Tendencias.