Vivir el ahora y no llorar un pasado.

Vivir el ahora y no llorar un pasado.

Vivimos pendientes de lo que pasó y no de lo que pasara. Hablamos y decimos “ojala pudiera cambiar tal cosa o tal otra”, pero no entendemos que cada vez que queremos modificar el pasado estamos queriendo cambiar nuestro presente y por ende el futuro que nos tocara.

Así y todo somos presos de lo que ya sucedió, vamos por la vida mirando hacia atrás y arrepintiendonos de las oportunidades que dejamos pasar, pero no vemos que las verdaderas chances las toman sólo aquellos que están viviendo el ahora, esos que están despiertos, que no se detienen a querer cambiar parte de su historia, sino que van con la idea de escribir cada vez más hojas a su vida. 

También creemos y vemos que los errores del pasado no sirven más que para amargar el presente, y no debe ser así, ya que si cada uno de esos “errores” fue buscado con nobleza y con una idea de lograr el bien, no deben tener una mala vista, ya que nunca debe importar más el resultado final que la verdadera convicción y humildad con la que fue encarado dicho acto. 

Algo que sí es muy grave es que digamos que un fin que se obtuvo de manera inmerecida es bueno, porque hay es donde comenzaríamos a tener una idea difusa de las formas de encarar nuestro presente y por ende el futuro.

En grandes ocasiones tenemos la idea que de la vida hay que escribir un borrador, pero cuando llega el momento de pasarlo en blanco nos quedamos sin tiempo para vivir todo aquello que de verdad soñamos. Pese a todo no hay que dejarse llevar por la idea de que no se puede soñar, pero siempre hay que saber que cada tantos sueños aparece esa pesadilla que nadie planeó. Aparece eso que nos desarma, que nos utiliza para medir nuestras fuerzas y antes que nada, para ver cuánto anhelamos ese sueño.

¿Donde se distingue la verdadera convicción de la simple idea? Aquí vemos quienes son los que están prendidos en el ahora, esos que no van a dejar piedra sin moler con tal de lograr su meta.

Por eso nunca hay que arrepentirse de ninguna acción que se haya hecho en un pasado, porque aunque hoy no sea lo que nos conforma, sabemos bien que eso nos brindó una cuota de felicidad, enseñanza o madurez.

Escrita el día 7/12/2016.

Ig: jere.gonzalez.1

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