El loco.

El loco.

No existe mayor enemigo en la vida del hombre que la adversidad. Luchar es la única forma de afrontarla, siempre hay que seguir, siempre hay que luchar …  
Sí bien está es una realidad irrefutable, hay algo mucho más real y es que no a todos les toca enfrentarse ante lo mismo, y ahí, en cada riña individual es donde sale el luchador interior o el cobarde conformista. Está el que busca constantemente otro método de afrontar la vida e intenta seguir, mientras que la mayoría de la sociedad se empecina con una idea, una receta que nos dan como la suprema.
Ser loco, raro o distinto es sinónimo de seguir una idea propia, una idea que no se la abandona, es recorrer un camino que la mayoría de la sociedad no acostumbra a seguir; nosotros somos los conductores de nuestras vidas, depende de nosotros lograr romper con lo impuesto y salirse de esa autopista “perfecta” por la que nos quieren ver recorrer, sin embargo salirse de la vía no es sencillo, ya que todos los que te ven por el camino alternativo de tierra te dicen que no hagas eso, que sigas al resto, te piden que no seas raro. 
Sin ir al extremo nos enfrentamos a la adversidad a tal punto de convertirnos en especialista en asumir momentos difíciles, en luchar por conseguir nuestros sueños, y lo más importante en construir nuestra propia moral, en si somos nosotros con nuestras ideas quienes decidimos lo que está bien y lo que no; no hay que dejarse llevar tanto por lo que la gente dice, gente que son unas míseras ovejas tontas siguiendo el rebaño, gente que nos quiere imponer un parámetro de normalidad, que solo acepta a las ovejas que son blancas e insípidas, en si iguales al resto, y que discriminan hasta al hartazgo a aquella que se revelan de lo cotidiano, las mejor conocidas ovejas negras. 
Lo que tal vez algunos no entienden es que luchar contra la adversidad genera dos cosas; la primera es aislarse del resto y cerrarse, más aún, en lo que uno cree y en lo que se construye con la experiencia; y la segunda es que como consecuencia de la primera quedemos ante los ojos de muchos como locos. 
Loco, loco el que deja de seguir al resto, el que hace lo inusual, el que pelea por algo, él loco es la naturaleza misma, es el opuesto al “normal”, oprimido por el resto, sin voz ni voto. 
La única certeza que hoy abrazo es la que quienes siguen sus propios ideales van siempre a todo o nada, y así mueren siendo todo o nada, pero siempre siendo recordados no tanto por sus logros, pero si por sus fracasos, porque eso es lo que quieren, que el anormal pierda, que deje en evidencia que sus formas no son lo que decían ser.
Mi mayor orgullo, que muchos digan que mi actuar es raro, más bien que no hago las cosas conforme a la normalidad.

Escrita el día 23/11/2017.
Ig: jere.gonzalez.1
Tw: JereGonzalez99

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