26.7
26.7
Ando por la vida buscando un remedio, ese que me salve el corazón, que me de un poco de fuerza para salir a vivir.
Los días pasan y pasan, y aunque haga todo lo posible, no lo puedo evitar. El tiempo corre y es lo único que no puedo controlar, mi obsesión por ser el dueño de mi, llego a tal punto de querer controlar hasta lo que siento por ti.
La vida la transitó con bastante liviandad, se que solo yo puedo decidir entre éxito o felicidad, pero también sé que pese a que quiera, no puedo controlar este sentimiento infernal que me corre por las venas y me hace dudar.
Quiero arrancarme de la piel este sentir, que me hace vivir en una eterna película de amor, donde solo veo como vos me vas a herir. No imagino otro fin, pero aún así, te lo quiero decir, quiero que entiendas el impacto que causaste en mi. No me quiero ir, sin decir que existi para hacerte feliz.
Lamentablemente no lo percibis, no lo ves, todo lo que hago, la paredes que pinte y los vidrios que rompí no fueron lo suficiente para que veas el lío que armaste aquí.
Se que esto es solo una confusión y que todo va a pasar, que este río revuelto ya se va a calmar, y que tal vez así me volveré a encontrar, nadando en una eterna soledad.
No se si es lo que anhelo, pero se que va pasar, que pese a todas mis esfuerzos nada entre nosotros va a cambiar.
Tal vez demore mucho en escribir esta carta, tal vez fue por todas las veces que lo imagine, y que entendí que animarme era el camino para ya nunca más separarte de mi. Ya no se, estoy igual que en el día 1, volví a comenzar éste juego, y ahora quiero ganar, no quiero volver a ver la misma secuencia una y otra vez.
Pese a que suelo fracasar, lo voy a volver a arriesgar todo, porque eso es lo único que sé hacer, esa es mi virtud, adaptarme a la exigencia, persistir a pesar de la adversidad, ser siempre el mismo, seguir mis principios, tolerar los picos de dolor, poner en juego todo lo que poseo. Solo porque así lo siento, tal vez es el motor de querer hacer algo que me haga quedar en el imaginario de alguien más. Tal vez sea porque todo lo que hacemos lo hacemos por importar, y porque pese a que disfracemos lo que sentimos, nuestro egoísmos por perdurar en el imaginario social, sean más fuertes que cualquier causa real.
Solo quiero decir, prepárate porque voy a ir, y te voy a encontrar, y después de ahí ya nada va a ser igual.
Nos vemos.
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